Una de las preocupaciones de los ayuntamientos son las denominadas “fiestas ilegales de menores“. Paradójicamente, el Ayuntamiento de Madrid denomina “mediadores” a los y las organizadores de dichas fiestas. El uso y la venta de bebidas alcohólicas de baja calidad, los precios excesivos y las malas condiciones de muchos de los lugares donde se realizan, hacen que este tipo de fiestas se estén volviendo peligrosas para los y las jóvenes, que no dejan de asistir debido a las pocas ofertas alternativas que encuentran; lo que hace, a su vez, que la persecución de las autoridades sea mayor. La Fiesta, pretende actuar como agente mediador, poniendo las fiestas ilegales en el centro del proyecto con la intención de crear un análisis desde la participación y las prácticas artísticas.

Este proyecto se desarrollará en un Centro Educativo con el objetivo de aproximarse y experimentar los conceptos de empoderamiento y la participación desde la comunidad juvenil. Y es así, no tanto con la voluntad de ofrecer una documentación realista y descriptiva, sino con la intención de construir un espacio de debate especulativo a partir de un conflicto existente: Las fiestas ilegales de jóvenes.

La Fiesta propone trabajar desde el ámbito asambleario para la realización de una instalación, colaborando con un grupo de jóvenes con el fin de vivir una experiencia colectiva desde la pedagogía y la escenificación performática. Una instalación con un vídeo emulará el escenario de una fiesta que ya ocurrió.